jueves, 8 de marzo de 2012

Susurrándote al oído

Sólo pasaba a recordarte, así,
con manos apresuradas,
muy manso en las palabras,
que eres una mujer a la que admiro;
no por lo que veo, sino por lo que vivo,
arrebatado entre tus labios,
encadenado a tu ombligo;
por quien eres, por lo que haces
y por quien soy
desde que estoy contigo.


Silueta de mujer. Sandra Soler
http://www.sandrasoler.com

viernes, 22 de julio de 2011

La espera (Tercera parte)


III

Continuó observando a su paciente haciéndolo palidecer y orillándolo a revolverse las manos nerviosamente; por fin, luego de llevar a cabo tal suerte de tortura, el doctor se reclinaba sobre su silla comenzando a hablar de nuevo.
- Cierto, había pasado por alto la existencia de Julia hasta ahora. Veinticuatro años, si no mal recuerdo; una joven inteligente y bien educada que no hace mucho terminó una relación de bastante tiempo. – Aunque parecía citar todo esto de memoria, el doctor hojeaba con celeridad su libreta. – Según le contó ella, cuando residió en España cambió muchos de los elementos de la forma de pensar que le fue impuesta por sus padres. Ahora, supongo que no ignora usted que no es del todo indiferente para las mujeres, aun después de haber pasado por lo que pasó. Por otra parte… bueno, son tres años… son sólo tres años de diferencia entre la edad de Julia y la suya… disculpe si sueno ofensivo, pero debemos admitir que se trata usted de un caso sui géneris. – El doctor soltó una aguda y breve carcajada, a lo que su paciente reaccionó con una pronunciada molestia. – Oh, vamos, no se enfade; creo que luego de este par de meses que llevamos de tratarnos se habrá generado ya una considerable confianza entre nosotros.
- Confianza que nos alcanza bastante bien como para que venga yo a pedirle que me ayude a interpretar un sueño pero no así para dejar de seguir dirigiéndonos uno al otro de “usted”, doctor – repuso su paciente con evidente enojo.
- De acuerdo, estoy totalmente de acuerdo en ello, así que es buen momento para comenzar: permíteme decirte que eres todo un caso, muchacho – el doctor mostraba una enorme sonrisa, no así su paciente, quien al escucharlo dejó aparecer en su rostro un temor que puso a temblar sus labios.
- ¿Cree usted que debo regresar a…?
- Oh, no digas eso, - reparaba con prisa el doctor al ver la preocupación del joven – un sueño nunca habrá de determinar tu estado mental con precisión, no fue eso lo que quise decir. Cuando te digo que eres todo un caso, me refiero a que tu cerebro difícilmente se doblega o se sublima en su estado consciente, tanto así que mucho me temo que habré de emplear un método que sé que no te agrada, pero hay algo que conscientemente aún no me has revelado, y es necesario atar algunos cabos sobre el asunto de Julia, después de todo, como dije, son sólo tres años de diferencia…
- ¡Ni siquiera lo pienses, doc! – dijo el paciente entre indignado y asustado.
- Pero si aún no te he dicho lo que haremos – decía el doctor sin dejar de sonreír a su paciente.
- Hablo de Julia, que no se te cruce siquiera la idea de que tengo alguna otra intención con ella, pues aunque suelo bromear al respecto, me he tomado muy en serio el asunto de que pronto seré su padrastro. Juro que lo único que me he propuesto para ella es protegerla y ayudarle – era evidente la exaltación del chico.
- Precisamente hay un cabo que necesito atar entre tu sueño y las intenciones que tienes con “tu hijastra”. Créeme que no quisiera hacer esto muchacho, pero es necesario que te haga entrar en estado hipnótico.

Apenas terminó de decir esto el doctor, el joven entró en pánico; le rogaba, le suplicaba al doctor que no lo hiciera hablarle bajo los efectos de la hipnosis.
- ¡Por favor! Pregúntame todo lo que quieras, te lo contestaré con la mayor honestidad, pero te imploro que no me hipnotices, doc, ¡me da miedo entrar en ése estado! – gritaba el muchacho con lágrimas en los ojos, mientras el semblante del doctor se hacía cada vez más serio, hasta el punto en que su rostro se endureció por completo.
- Sabes que todo lo que me digas es altamente confidencial; por ahora me remitiré a obtener únicamente lo que quiero sobre éste asunto en específico, así que puedes dejar de preocuparte por todo lo que tenga que ver con Leonora.
- ¡De verdad, te lo suplico doc! Te hablaré de todo lo que tiene que ver con mi madre; pregúntame lo que sea, lo que sea.

Al escuchar esto, el doctor retrocedió, casi con espanto; el chico, ya sin sentirse acorralado por su doctor, pareció recobrar la serenidad.
- ¿Has dicho “tu madre”? ¿Tu madre… tu madre se llama Leonora? ¿Ella es Leonora? – preguntó el doctor con un gran asombro.
- Así es, es ella… ella es Leonora, doc. – El muchacho rompió en llanto.


jueves, 16 de junio de 2011

La espera


II

El narrador de la historia se detuvo. Frente a él, con una libreta en la mano derecha y la barbilla reposada sobre la izquierda, un hombre, de alrededor de cincuenta años, lo miraba con más atención quizá de la que le procuraba para escucharle. A través de un par de anteojos de aparente graduación exagerada, los pequeños ojos del escucha dejaban ver que éste se preparaba para hablar.
- Me encantaría saber la suerte que corrió el segundo cadáver, – dijo, reacomodándose los lentes con su índice izquierdo - pero antes respóndame algo: ¿qué hizo usted con el cuchillo?
El narrador, un joven de no más de veintisiete años que se debatían entre un par de hinchadas ojeras, una barba y bigote abundantes, y un rostro tan liso como límpido, se reacomodó sobre el diván de cuero café en el que se encontraba recostado; evidentemente se disponía a disipar la primera inquietud de su escucha, pero la pregunta formulada al final parecía haberle sorprendido demasiado.
- ¿El cuchillo? – repuso – Pues no pude hacer más que limpiarlo con la manga de mi camisa y guardarlo, luego de lo cual…
- ¿Camisa? Creo haberle escuchado decir al principio de su narración que andaba usted descalzo, por lo que asumí que se encontraba usted desnudo – interrumpió el hombre mayor.
- En efecto, doctor, andaba yo descalzo pero vestía un impecable traje gris, cuyo saco hube de quitarme antes de limpiar mi cuchillo en la camisa blanca que vestía. Antes de que me interrumpiera, me disponía a explicarle que la suerte que corrió el segundo ciervo (no cadáver, pues apenas me le acerqué, pude notar que aún respiraba), fue la de ser cobijado por mi saco, al tiempo que me tumbé en el suelo a un lado de él. Su calor era tal, que inmediatamente quedé dormido, no sin antes sentir un profundo dolor, un dolor que me estremecía de pies a cabeza, pero no por la condición del animal, sino por mí, porque sabía que una vez que despertara el león, me vería obligado, primero a acabar con vida del ciervo de una vez por todas, y luego a alimentar a la bestia con su carne.
- ¿Y lo hizo? – reparó el doctor.
- No puedo responder con certeza a esa pregunta, pues luego de esto, me incorporé de un salto sobre mi cama, con una gran confusión bajo la cual apenas si pude darme cuenta de que todo había sido un sueño.

El doctor se mantuvo pensativo por un largo rato; miraba a su paciente, intrigado, con una expresión compasiva. Luego, se levantó de su silla y caminó hacia un robusto librero, de donde extrajo un voluminoso libro de pastas de cuero.
- León, león… veamos – murmuraba mientras pasaba las hojas del grueso ejemplar -; aquí está, león – leía rápido y con voz ininteligible cuando, súbitamente, se detuvo -. Pues no, parece que los freudianos no me pueden ayudar en éste caso, je je – Luego volvió a sentarse y continuó pensativo otro rato; de pronto, al advertir la confusión de su paciente, tomó nuevamente su libreta y se dirigió al mismo. - ¿Dice usted que tuvo éste sueño la misma noche del día en que tuvo lugar su matrimonio por el civil?
- Así es doctor – respondió el joven -, apenas la noche de anteayer.
- ¿Qué dijo su esposa cuando lo sintió incorporándose en la cama?
- La viuda, es decir, la señora Aguilar y yo aún no dormimos juntos. Como le he dicho anteriormente, ella es una mujer de ideas arcaicas y muy arraigadas; está a no más de un par de días de obtener el permiso eclesiástico para casarse nuevamente ante un altar. La siguiente semana será la boda por la iglesia y hasta entonces será cuando compartamos la cama; mientras tanto, yo duermo en el cuarto de las visitas. He de confesarle que tanto a Julia, su hija, como a mí, nos parece un tanto boba la idea de su madre sobre condenarse al Infierno al dormir con un hombre que ante los ojos de Dios no es su marido. Pero, ¿qué pasa? ¿Por qué la mirada tan inquisitiva?

Paseando su bolígrafo entre sus robustos y largos dedos, el doctor no contestó; su mirada parecía tratar de abrirse paso entre la humanidad de su joven paciente, el cual no podía mantener su mirada tan fija en el doctor como quisiera, desviándola de vez en vez mientras que aquel que antes lo escuchaba, se limitó a dejar escapar un ligera risa.

La espera



I

“Había un león, perseguía algo; yo mismo lo vi pasar frente a mí sin que reparara siquiera en mi azorada presencia. Intenté correr en busca de un refugio, pero de inmediato me contuve pensando en que si el león advertía mi terror y mi carrera desesperada, andaría tras de mí sin la menor cavilación, pero apenas me volví sobre mis hombros, pude notar que la bestia acaso habría notado que me encontraba allí. Esto fue demasiado, así que con una exaltación indescriptible, me lancé en su persecución; muy pronto pude ver que lo que lo mantenía ocupado era un par de ciervos, que galopaban desesperadamente sin que sus músculos raquíticos pudieran sostener más la huída. El de mayor tamaño fue el primero en caer; asumo que era el más viejo, pues bastó con un ataque directo a la yugular por parte del león para que se desplomara como un costal lleno de arena. Poco después, el segundo rodó por un acantilado no muy lejos de donde yo apenas si podía mantener mi paso; el león, con una habilidad y una fiereza inconcebibles, se abalanzó por encima de él, cayéndole como un enorme mazo sobre el lomo; el ciervo emitió un sonido desgarrador, como si se tratara de un llanto que ansioso esperaba a ser rozado por el viento, pero en seguida se vio sofocado por la avidez del león que le acometía con garras y dientes hasta dejar su cuerpo en estado convulso. Luego, altivo, el león rodeó el cadáver, y al percibir que del hocico del ciervo en agonía comenzaban a emanar chorros de sangre, deslizó su lengua sobre el mismo, deleitándose a cada hervor con la sangre fresca de su víctima. ¡Yo mismo pude reconocer en su expresión el placer que le causaba realizar tal perversidad! Disfrutaba el sabor de la sangre de aquella criatura mientras yo permanecía inmóvil con el miedo exprimiéndome hasta la última gota salada de la piel.
“De repente, la bestia se detuvo y alzó su rostro para lanzarme una mirada; sentí una fuerte opresión en el pecho, mientras mi voz se apagaba hasta la opacidad del susurro. El león, con aire de triunfo, se encaminó con pasos tan pesados como arrogantes hacia mí; yo no sabía qué hacer, tenía muy presente que si me movía bruscamente intentando huir, correría con la misma suerte de los ciervos, por lo que lenta y cautelosamente fui dando pasos hacia atrás para mantener la distancia, pero el león apresuraba más su paso. Mi desesperación, que ya para entonces sobreabundaba mi cuerpo, llegó a su clímax cuando, de pronto, pude sentir a mis espaldas un enorme muro de piedra… sin darme cuenta, al perseguir al león, había entrado también al acantilado.
“El león supo que me encontraba acorralado, creo no mentir al afirmarle que pude observar en sus fauces una mueca similar a una sonrisa; al ver esto, no pude hacer más que cerrar los ojos y apretarme contra la roca esperando lo peor. Lo siguiente que recuerdo es haber sentido el terso pelaje de la bestia acariciando mi pierna derecha; inmediatamente abrí los ojos y pude ver en su mirada que al haber ido por mí, lo último que pretendía hacer era victimizarme; no obstante, de mi bolsillo izquierdo saqué mi cuchillo, pero el animal se dio la vuelta con indiferencia, como si supiera que el poco valor que me sirvió para meter la mano en el bolsillo era insuficiente para determinarme a atacarlo. Después, se mantuvo largo rato mirando hacia donde yacía el cadáver del ciervo más grande, alternando sus ojos entre éste y mi mano izquierda; luego de esto comenzó a andar hacia el cadáver, volteando hacia mí con frecuencia, hasta que se detuvo para expulsar un rugido ensordecedor. Posteriormente se mantuvo mirando el cuerpo inánime del ciervo, y aunque mis piernas temblaban, caminé igualmente hasta el animal muerto, tomando con fuerza el mango de mi cuchillo; al ver que mantenía asido mi cuchillo, el león comenzó a relamerse el hocico. Me acerqué al ciervo y lo tomé del cuello, pero al sentir la humedad de su sangre, retiré inmediatamente mi mano sin poder evitar sentirme un tanto asqueado; por el contrario, al ver mi mano ensangrentada, el león comenzó a lamerla, limpiando casi por completo el rojo que la abundaba; una vez que hubo terminado, volvió a contemplar el cadáver, relamiendo sus fauces nuevamente. Repetí la acción al menos en tres ocasiones, hasta que el león volvió a rugir, pero ésta vez sin tanto estruendo, por lo que reuniendo fuerzas y valor, enterré el cuchillo en el cuerpo del ciervo, realizando una abertura desde su garganta y a través de su vientre. Contrario a lo que pensé, el hacer esto no provocó en mí el menor desagrado; poco después de terminar de abrir el cadáver y al ver que el león no se animaba a continuar lo que yo había iniciado, comencé a cortar un trozo de la carne del ciervo, se lo acerqué al león y de inmediato lo devoró, pero su nuevo rugido me indicaba que no se disponía a cortar otro pedazo por sí mismo, así que volví a hacer lo mío, terminando por alimentar a la bestia hasta dejar el cuerpo del ciervo en huesos. Imaginé que al terminar con el ciervo mayor me llevaría hasta el segundo, pero no, el león se limitó a lamer mi mano un par de veces más y, luego de frotar su enorme cabeza contra mi pierna, se desplomó a mitad del acantilado, sumiéndose en profundo sueño.”

viernes, 15 de octubre de 2010

Stoner Rock III: Gods bless Black Sabbath



Black Sabbath, la banda que dio imagen a la escena oscura del rock, la banda que mezclaba el terror con la música, los que le daban un sentido distinto a la distorsión sonora, los que retomaban (sin saberlo demasiado) el tritono en la música para mostrar una postura, aquellos que se burlaban de quienes detentan el poder en los más altos estratos de la sociedad, la banda que dejó escapar al stoner rock de una prisión que las utópicas ideas de los hippies le impuso y que de la misma forma en que fue encerrado, habría de liberarse por el uso más pesado e intempestivo de altas dosis de diversas drogas; Black Sabbath, la banda que mostró al stoner el mundo fuera de las mentes de Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward.

Entre los cargos que se pueden imputar directamente a Sabbath están el de su intervención en la historia como generadores de un nuevo sonido que posteriormente habría de denominarse heavy metal, la multiplicidad del uso de la oscuridad en muchos sentidos (atuendo, presentaciones, lírica, etc.), y por supuesto, el peso que su nombre representa en la definición posterior del stoner rock; hay que hacer una distinción muy importante en éste punto: si bien Black Sabbath es el padre del heavy metal y el stoner rock es sólo otra de las múltiples ramificaciones de éste, no es una cuestión puramente lógica el que Black Sabbath signifique algo tan grande para el stoner, puesto que al heavy metal se encargaron de darle forma una gran cantidad de bandas posteriores a Sabbath; en primera instancia tendríamos entre las bandas que le dieron cuerpo al heavy metal a Iron Maiden y Judas Priest, las cuales aparte de la influencia que dejaban ver de Sabbath en sus letras y actitudes, tenían las influencias muy marcadas de Led Zeppelin y Deep Purple en cuanto a la composición más elaborada de sus canciones y el uso de tonos más altos en la vocalización, pero no sólo eso, si Maiden y Judas redefinieron el heavy metal, fue principalmente por el uso de las denominadas twin guitars que en Sabbath aún no aparecen; casi a la par de éstas bandas, Mötorhead, a mi parecer debido al consumo de anfetaminas de Lemmy Kilmister, se encargaría de dotar de una velocidad más alta al heavy metal, además de brindar el sonido áspero y sucio que tanto molesta a los padres de quienes escuchamos éste tipo de música (lo cual creo que terminará en menos de cinco años, honestamente); ya posteriormente, el metal tomaría nuevos aires con la aparición de subgéneros como el thrash, death, speed, power, doom, glam, groove, black, progressive, etcétera, los cuales serían llevados a cabo por bandas que adoptaron todas las influencias anteriores a sus incursiones particulares; pero el stoner y el grunge no pueden tomarse directamente como modificaciones de los sonidos de Maiden, Judas, Mötorhead (aunque sí creo que de la banda anterior de Lemmy, Hawkwind), Metallica, Megadeth, Slayer, Sepultura, Pantera, Death o Testament.

En canciones como War pigs, Children of the grave, Iron man, Symptom of the universe, Paranoid, Never say die o Snowblind, podemos escuchar a un Black Sabbath de un sonido pesado y donde los riffs de Tony Iommi cobran una importancia vital en el desarrollo de las canciones y la voz de Ozzy suena siniestra y desgarradora, materia prima del heavy metal posterior; sin embargo, en canciones como Black Sabbath, Embryo, Planet Caravan, Supernaut, Fairies wear boots, Dirty woman, The dark o Zero the Hero, escuchamos a un Sabbath más experimental, donde las participaciones de Bill Ward y Geezer Butler son más activas y tanto Iommi como Osbourne aportan un ambiente más oscuro y denso; Iommi, en gran parte debido a un accidente que sufrió de joven, en el cual perdió parte de las puntas de los dedos de la mano derecha, creó unos dedales especiales para poder seguir tocando y utilizó una afinación diferente en la guitarra para no lastimarse, aunque la textura vocal de Ozzy nunca quedó fuera de lugar (en el stoner, recordemos que la afinación llega a ser en ocasiones hasta cuatro semitonos más abajo que la convencional afinación en Mi); es ésta faceta sonoramente más experimental y líricamente más ultraterrena de Black Sabbath, junto con las aportaciones de bandas como Hawkwind, Masters of Reality y T-Rex, a la que el stoner rock daría continuidad; cualquiera que escuche los trabajos de bandas como Kyuss o Queens of the Stone Age y los tome como eventos aislados en la historia del rock, tarde o temprano terminará por darse cuenta del grave error en el que está cayendo, y ahora mismo aclararemos el por qué de este error.

En la actualidad, la crítica convencional toma a Kyuss como los creadores formales del stoner rock y al denominado desert rock como su influencia inmediata, pero apoyar fervientemente tal afirmación equivale en primera instancia a negar el trabajo del Sabbath experimental, de Hawkwind, Masters of Reality y T-Rex; en segunda instancia, equivale a tomar a Kyuss como pioneros en el uso de drogas alterativas de la consciencia para la creación de música (stoner es un término empleado para referirse principalmente a los fumadores de marihuana), cosa que en el rock se ha visto al por mayor y que distingue a una infinidad de bandas; y tercero, no puedo explicar cuánto me enorgullece esto, sería como decir que Kyuss es único y original en el sentido de la aplicación experimental de la mezcla cultural que hay en ellos puesto que provienen de Palm Springs, en California, estado habitado por una gran cantidad de migrantes mexicanos, lo cual podemos ver en algunos aspectos como la vestimenta, su gusto por los carros conocidos como Low-Riders, el uso de términos surgidos de la mezcla entre los idiomas español e inglés, así como de palabras en español.

¿Por qué no es único y original Kyuss en ése sentido?, por la simple razón de que  la aplicación de dicha mezcla en su música e imagen, es totalmente comprensible, no así evidente, cuando se destaca el hecho de que algunas de las bandas que mejor empezaron a trabajar el stoner rock (sin ser todavía denominado oficialmente stoner) son, orgullosamente, mexicanas: en menor medida La Revolución de Emiliano Zapata (Guadalajara, Jalisco), Náhuatl (Tijuana, Baja California) y Los Dug Dug's (Durango, Durango) y con mayor notoriedad, Ciruela (Reynosa, Tamaulipas), y por supuesto, mi favorita, El Ritual (Tijuana, Baja California). Nótese que estas bandas, logran una elaboración musical más determinada que muchos otros de sus coterráneos y contemporáneos; más aún, dada su cercanía con los Estados Unidos, se ven influenciadas con menor impureza de la escena musical psicodélica estadunidense y de la música inglesa que se importaba en ése país, pero es el retome de raíces culturales prehispánicas lo que les lleva a conseguir una unicidad musical, aunque abundan de igual manera en percepciones místicas y oscuras que normalmente eran ajenas a los aparentemente siempre felices y buena vibra hippies, lo cual, nos remite de nueva cuenta al impacto que representa Sabbath en el desarrollo de gran parte del rock y, con mayor énfasis, llevará por siempre a pedir una sola cosa: que los dioses del rock bendigan a Black Sabbath.

Stoner Rock II: No es lo mismo stoned y stoner

Continuamos con ésta triada dedicada a uno de mis subgéneros favoritos del rock, el stoner, y en ésta segunda entrada, ahondaremos un poco también en el compañero más cercano del stoner, el grunge, que también destacamos en la primera entrada como ventana de difusión al stoner rock; sin embargo, habría que aclarar que aunque están fuertemente ligados en sus bases, su desarrollo ha sido históricamente muy distinto, y la presencia que adquirieron en el mainstream de la década de los 90's, poco a poco ha ido perdiendo lugar, al grado de que difícilmente podemos encontrar una banda reciente que pueda ser tomada netamente como grunge o stoner, más aún, pocas bandas nuevas o recientes, muestran un reducido interés en géneros como los que acabo de mencionar, pero terminan por confundirlo con el uso indiscriminado de drogas por el simple hecho de drogarse y aparentar que son rockeros, lo que les convierte en destellos efímeros de una genialidad ajena a ellos, pues la historia de éste maravilloso género nos muestra que para conseguir la longevidad es necesario asimilar una verdad ineludible: primero es el rock y luego las drogas.

Para entender todo género y subgénero musical, es imprescindible extraer sus orígenes y abstraer el modo en el que se incorporan al género en concreto, por ejemplo, para entender el rockabilly, tendríamos que extraer como sus influencias directas al blues y al jazz, pero es obvio que el rockabilly no suena igual que estos otros dos géneros, para poder comprenderlos como influencias directas del rockabilly tendríamos que analizar la incorporación de ambos en el ritmo de éste: del blues se incorporan las escalas y la estructura basada en tres acordes que generalmente parten del acorde mayor de la nota de origen, van hasta el acorde del quinto tono que le sigue en ascendencia, rematan el compás con el acorde del séptimo y se regresa de forma descendiente sobre la misma estructura; del jazz toman los ritmos y compases establecidos por las percusiones, aunque para acoplarlos a la línea del blues, fue necesario restarle terreno a la improvisación percusionista, con lo que se llega al ritmo tan movido y característico del rockabilly. De igual manera, cuando tratamos de aclararnos en qué consisten musicalmente tanto el grunge como el stoner rock, necesitamos extraer sus influencias directas y entender de qué forma las abstracciones de dichas influencias se incorporan en el todo que representan ambos subgéneros, pero, ¿cuáles serían las influencias directas de ellos?

Desde finales de la década de los sesentas y con mayor rigor durante la década de los setentas se sentaron las bases de muchos de los géneros que escuchamos hoy en día, los precursores de los movimientos que vieron su auge durante la década de los ochentas y alcanzaron la cima comercial en los noventas, en su mayoría nunca salieron del margen, tuvieron que subordinarse ante la aplastante popularidad de las bandas del mainstream, pero como siempre han existido quienes buscan en el underground, ya sea por una búsqueda de alternativas o por un intento de reafirmarse como únicos y originales dentro de la masa, las bandas que comenzaban a trabajar en opciones sónicas alternativas, pudieron ver poco a poco la luz de la superficie y sus obras comenzaron a incorporarse en el trabajo de nuevas bandas que consiguieron una notoriedad mayor y una mejor posición en la historia del rock. Bandas como The Velvet Underground de la escena avant-garde neoyorquina; Can, Guru Guru y Popol Vuh, de la escena del krautrock alemán, comenzaban a trabajar sobre manifestaciones musicales amorfas, con una estructura poco convencional que provocó su marginación en la escena popular en los setentas; bandas como Pixies o Sonic Youth, en los ochentas, daban continuidad a dichas manifestaciones y resultarían, junto con las bandas anteriormente mencionadas, influencias directas en el nacimiento y desarrollo del grunge; aunque también para el stoner había precursores: en los setentas, bandas como Masters of Reality, Hawkwind y T-Rex, con ritmos psicodélicos pero de un sonido más áspero y menos digerible para la subcultura hippy, pero también estaban bandas como Ciruela, los Dug Dug's y El Ritual, las cuales, desde mi punto de vista, resultan de mayor relevancia en el stoner rock como concepto y escena; queda claro que el grunge obtiene su madurez comercial hasta la década de los noventas, mientras que para la misma época, el stoner es ya un ritmo definido y establecido, y la comercialidad es intrínsecamente incompatible a su esencia clasicista, es decir, que el grunge representa lo nuevo y el stoner el enésimo aire del denominado rock clásico, o sea, el rock de los setentas; sin embargo, abundaremos un poco más sobre la genealogía de ambos subgéneros en la siguiente entrada, por el momento, intentaremos brevemente extraer las influencias directas del grunge y el stoner, y comprender de qué manera se incorporan en sus formas más maduras.

Empecemos por el grunge: cualquiera que escuche el término, probablemente se remitirá de manera directa a Nirvana o el uso de camisas a cuadros y pantalones deshilados, pero musicalmente, el grunge remite a la aparente carencia de una línea estructural definida, similar a la que impera en el rock de The Velvet Underground y de las bandas del krautrock, lo cual le da una figura que lo diferencia del stoner; quizá en menor medida, el grunge toma la elaboración de piezas melódicas y armoniosas, los cuales se pueden notar principalmente en canciones de Pixies; pero su sonido no se detiene ahí, el grunge, incorpora distorsiones características del heavy metal, al igual que toma características de la batería metalera como el uso de ritmos rápidos y cambios altamente elaborados en los mismos; basta con escuchar canciones como Sea of sorrow de Alice in Chains, Porch de Pearl Jam, Spoonman de Soundgarden o el clásico Smells like teen spirit de Nirvana, para notar cómo se incorporan todos los elementos citados.

Analicemos ahora al stoner rock (escúchese para ello al Black Sabbath de canciones como Planet Caravan o Supernaut): en cuanto a imagen, el stoner rock en su forma establecida oficialmente, nos remite a personajes vestidos como vaqueros o cazadores desérticos, coches low-rider, mujeres con apariencia de vedettes y motociclistas al estilo chopper adictos a los juegos de azar; musicalmente, el stoner toma el poderío sonoro de bandas del krautrock como Kraftwerk que experimentaba con el sonido industrial en su música, pero es indudable que lo que nutre al stoner (de ahí su nombre) es el rock psicodélico (algunos pasajes Floydianos de discos como Meddle o Animals, trabajos de T-Rex y el trabajo de las bandas mexicanas antes mencionadas), el space rock (Hawkwind) y el sonido oscuro arrancado a volutas de los momentos más célebres de Sabbath; resultaría estéril y poco ilustrativo describir poco a poco cómo es que se incorporan estos elementos en el sonido concreto del stoner rock, por lo que servirá bastante para comprender mejor, escuchar temas como Look to your orb for the warning de Monster Magnet, Themes for the Scientist of the invisible de Masters of Reality, Green Machine de Kyuss o The blood is love de Queens of the Stone Age, cuyas discografías, por cierto, recomiendo altamente.

Por supuesto, al ser subgéneros que ven la luz pública casi simultáneamente, tanto las bandas de stoner rock llegan a rayar en lo grunge, ya por aspecto, ya por sonido, como las bandas mismas del grunge llegan a tener momentos stoner; Soundgarden, por ejemplo, en su disco Superunknown, llega a trabajar rayando los límites entre el grunge y el stoner, al igual que Alice in Chains en el Dirt (un buen ejemplo sería la canción Would?), de igual manera, Queens of the Stone Age llega a sonar grunge en temas como You think i ain't worth a dollar but i feel like a millionaire; son estos intercambios sónicos lo que lleva frecuentemente a confundir ambos subgéneros, y aunque a lo largo de ésta segunda parte se ha intentado clarificar en qué consisten las formas de los dos, cabe aclarar que hay diferencias muy marcadas entre ellos, por ejemplo, en la actualidad los dos han perdido terreno y audiencia, pero el stoner se sigue trabajando bajo los mismos estatutos, mientras que el grunge prácticamente ha perdido cohesión como movimiento colectivo, al punto de que bandas como Pearl Jam o Stone Temple Pilots son consideradas coloquialmente como parte del género denominado alternativo, en el que toda banda que sea difícil de englobar fuera de él, entra en él, lo cual es, desde mi punto de vista, bastante absurdo.

Existen un par de diferencias que considero sustancialmente trascendentes entre el stoner rock y el grunge, una de ellas es musical y la otra va más allá de la música: primero, debe reconocerse que el grunge trajo consigo a una camada de las mejores voces que se pueden escuchar en el rock, nombres como Layne Staley, Mark Lanegan, Kurt Cobain, Eddie Vedder, Scott Weiland o Chris Cornell, han quedado registrados en las páginas de la historia del rock como grandes voces, que le dan un sentido totalmente distinto al papel que desempeña el vocalista dentro de una banda, puesto que no son los típicos frontman carismáticos y extrovertidos, mucho menos un showman que te tiene entretenido durante los interludios que suceden entre el final del coro y el inicio del solo, no, todos ellos mostraban, y muestran, un carácter sombrío, rostros lúgubres y marcados por la experiencia que deja el saberse en la soledad, por lo que su personalidad se envuelve en un misticismo que hace que uno se entregue a la reflexión, guiado únicamente por el deslizamiento de sus tonos y sus texturas; lo anterior es algo que comúnmente no vemos en el stoner, pues el principal equipaje con que se cuenta para el viaje, es el elemento musical del stoner mismo, su pesadez, su oscuridad y la atmósfera que se crea, aunque existen momentos destacados, como sucede en el tema No one knows, de Queens of the Stone Age, pero generalmente es el elemento musical el que toma mayor importancia.

Segundo, a pesar de que las drogas juegan un papel muy importante en el stoner rock, son muy raros los casos de gente dedicada al stoner que terminen con un final trágico o de implicaciones legales y médicas, mientras que en el grunge parece formar parte de su efímera realidad; todos sabemos el final que tuvieron Cobain y Staley, por ejemplo, o los problemas que se acarreó Scott Weiland queriendo abastecerse de provisiones en un barrio de Brooklyn; Eddie Vedder ha tenido problemas con el alcohol muchas veces, los cuales ha sabido sobrellevar, al igual que Lanegan, pero por algo siguen vigentes en el rock, como Chris Cornell, cuyas aventuras con la heroína acabaron en buenos términos pero no lo llevaron a la perfección, por el contrario, le han metido en problemas vocales muy graves, al grado de que probablemente su participación en Audioslave haya sido su último momento glorioso como vocalista; en el stoner, tenemos el ejemplo de Dave Wyndorf, de Monster Magnet, que cayó en problemas de drogadicción, entró a rehabilitación, se hizo adicto al tratamiento que le dieron para superar su adicción a las otras drogas y ahora está en rehabilitación para superar su adicción al tratamiento, pero cuando nos detenemos a pensar en todo lo que eso le ha acarreado como músico, confirmamos lo que pasa cuando se deja de lado el rock y se le da prioridad a las drogas; con todo esto no estoy satanizando el uso de drogas, ni mucho menos estoy demeritando el trabajo de aquellos que para inspirarse usan drogas, ambos subgéneros nos han dejado episodios muy memorables como el disco In Utero de Nirvana, Ten de Pearl Jam o el Facelift de Alice in Chains, así como discos del calibre de Rated de Queens of the Stone Age, Dopes to Infinity de Monster Magnet o Welcome to the Sky Valley de Kyuss, pero sí creo que es importante considerar que al darle prioridad a lo accesorio, condenamos a la esencia a desaparecer. El rock siempre ha sido públicamente mal visto y juzgado severamente por todo lo accesorio que encierra, pero aquellos que han logrado atender con el esmero debido la esencia del rock, lo han colocado como una entidad inmortal, trascendente más allá de lo puramente musical, algo que muchas de las bandas en la actualidad han pasado por alto, pero el rock mismo se ha encargado de ponerlos en el lugar que les corresponde.

Cuando salió el disco Highly Evolved de The Vines, muchos pensamos que se trataba del resurgimiento comercial del grunge, pero bastó un par de años para deshacer ésa ilusa percepción, lo mismo pasó con el primer disco de la banda llamada Black Tide (no sé si hayan grabado más, la verdad), muchos tuvimos la pequeña esperanza de que se tratara de un nuevo aire del thrash metal, pero en cuanto vinieron a la Ciudad de México, nos dimos cuenta de que no se trataba de otra cosa más que de unos mocosos queriendo la vida del rockstar, mucha imagen y poco rock; el grunge tuvo su momento y lo desperdició, nos dejó una masa de adoradores nostálgicos y dependientes de los antidepresivos, muchos de ellos son los culpables de que existan cosas hoy en día como el emo y el que gustan de llamar screamo, como dice Jack Black: "grunge tried to kill the metal, they failed as they were thrown to the ground; grunge tried to dethrone the metal, but metal was in the way"; mientras tanto, el stoner rock le ha dado nuevos aires al metal, pero corre el riesgo de desaparecer por ser malinterpretado como un género que requiere drogas para existir; ambos comparten el origen de adolescentes marginados, sólo que la gente del grunge, quiso consumir todo lo que históricamente les había sido negado, enfermaron de fama y en ello les fue el rock que tenían, algunos lograron sobrevivir, es cierto, pero la escena en su conjunto ha tendido a la decadencia y la desaparición; por el contrario, el stoner ahí sigue, buscando darle más vida todavía al rock y el metal, no es coincidencia que la escena stoner rock, tenga tanta actividad entrelazada: Fu Manchu, Queens of the Stone Age, Mondo Generator, Masters of Reality, Monster Magnet, Them Crooked Vultures, The Atomic Bitchwax, Hermano, Orquesta del Desierto, Eagles of Death Metal y la participación de la mayoría de los miembros de éstas bandas en las llamadas Desert Sessions; quizá sea bien cierto que es casi inimaginable la cantidad de marihuana que se ha de fumar durante los ensayos y sesiones de grabación, pero el rock, ahí está como muestra de lo que se hace en el stoner rock, y es que, comparándolo con la escena grunge, es irrefutable que no es lo mismo stoned, que stoner.

Stoned imagen tomada del sitio http://robinsonvargas-robinson.blogspot.com